Todavía no tiene nombre…

Casi tal cual, como cuando se es niño uno quiere, desea y sueña con ser adulto; y al convertirse en adulto, uno quiere volver el tiempo atrás y desear nunca dejar de ser niño, hoy nos pasó algo similar, pero por suerte, por unos segundos.


Desde el momento en el que decidimos venir a Australia, tal como habíamos hecho en Nueva Zelanda y sabiendo que las distancias en el continente rojo eran mucho, muchísimo más grandes a lo que estuvimos acostumbrados nunca -ojo que en Argentina hay largas distancias sin nada en el medio, pero creo que no estamos preparados para lo que se nos viene-, empezamos a pensar en qué tipo de vehículo íbamos a comprar para nuestro viaje por el país.

Pero sucedió que al llegar decidimos ir a visitar Tasmania y era mucho más simple y barato ir sin un vehículo, así que fuimos con las mochilas al hombro y el ukelele en la mano.
Viajar sin auto nos abrió puertas y oportunidades que de haber tenido un vehículo, capaz no se hubieran dado, o no en las mismas condiciones. Y a pesar de que haber hecho el mismo viaje en un vehículo propio hubiera simplificado las cosas, estamos muy contentos y felices con todo lo que hicimos y vivimos en Tasmania. No cambiaríamos nada.

En cuanto empezamos a buscar trabajo en el contienente-isla, o isla-continente, también empezamos a buscar vehículo para comprar, pensamos que iba a ser fácil la compra, así que decidimos abocarle 2 o  3 días al asunto una vez llegaramos a Melbourne.

Exactamente una semana nos tomó la cuestión. Pero acá estamos, organizándonos para vivir en los próximos meses en nuestra nueva camioneta!

Al momento mismo de haberla comprado, mientras ibamos camino a encontrarnos con ella, se nos llenó el cuerpo de preguntas. Necesitamos una camioneta? Ahora tenemos tanta responsabilidad, qué hicimos? la podemos devolver?. Se sentía el peso en el alma, y en el aire. Ahora no somos más, los dos y nuestras mochilas, ahora somos los dos en una camioneta.
Todo sentimiento extraño, se terminó cuando nos subimos y anduvimos unas cuadras. Ahora es nuestra y estamos felices de que así sea!

Todavía no le pusimos nombre -los que la fabricaron se llaman Mitsubishi- pero ya la estamos mejorando y tomando mucho cariño. Anda divinamente en la ruta, es automática, toma nafta -aunque hubiéramos preferido una que tomara diésel-. Atrás de los asientos está la cama con lugar para guardar cosas -y muchísimas pelotudeces como nos dimos cuenta una vez que la habíamos comprado y empezamos a indagar a ver qué tenia- y abriendo la puerta de atrás, la del baúl, estamos en la cocina/alacena.

La compramos a unos italianos (de los que hablan alemán) que la primera vez que nos encontramos para que nos la mostraran, nos contaban todos los detalles y huevadas de la camioneta, pero de lo más estético y menos importante, y cuando Marce le hacía preguntas de cuándo le habían cambiado el aceite, o la correa de distribución, no tenían la más perra idea. Eran muy tiernos. En cambio, nos mostraron la colección de imanes que había en las paredes de la camioneta -por si queres pegar tus fotos, me aclaró-, nos mostró las raquetas de badminton, el ventilador a batería con su cargador, dónde guardar la comida en la cocina, etc. Me enternecieron.

Me des-enternecí cuando empezamos a limpiar la camioneta. Parece que nadie le puso una gota de cariño en el último tiempo, involucrando a los últimos 3 dueños, diría yo. Entre todas las cosas inservibles que encontramos en la camioneta hay: mechas para agujerear pero no hay taladro (?), una cartera que ni mi abuela usaría, una abrochadora, un kit de fibra de vidrio, el interior estaba horriblemente decorado con collares de flores estilo hawaii, y había una camionada de libros -éso si que me puso contenta!- pero eran todos en alemán -se me fue la contentura.

Limpiamos las paredes, el techo (guácala) y el piso. Sacamos todo, revisamos qué sí, y qué no, y hoy a meter todo de nuevo, pero a nuestro criterio, y con todo limpio, QUE FELICES QUE SOMOS!

Ahora sí, comienza, LA AVENTURA DEL HOMBRE..perdón, DE SOÑANDO DESPIERTOS!

PD: en la camioneta venían dos pares de aletas de rana, para cuando se va al norte, hacer snorkeling, y qué casualidad, son justo de nuestro tamaño! 🙂 Ésta camioneta era para nosotros.

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6 comentarios en “Todavía no tiene nombre…

  1. Siii!! Felicitaciones!!! 🙂 .. a rodar la vida!!!
    Es tan usual que ya me acostumbré a que la gente que no tenga la más pálida idea de las cuestiones técnicas de lo que está vendiendo… o por lo menos parece común de este lado del mundo 😛 …. Ale (mi +1) es super meticuloso con esas cosas… cuando miramos autos siempre te muestran que lindo está de chapa y pintura … y que tiene unos lindos posa vasos para adelante y para atrás … jajajaj a..
    Nuestra primer ‘van’ en NZ era una Oddisey… le guardo cariño en mi corazón 😀 … le pusimos de nombre Esme .. (por Esmeralda… por el color del auto y por la ciudad a la que Dorothy se encamina para encontrar al Wizard of OZ .. porque en ese camino se llenó de aventuras y compañeros de vida 😀 … ) ..
    Un beso grande!

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    1. Que lindo nombre! Yo a Arahura nuestra van de NZ le guardó un gran lugar en mi ❤️. Cada vez que veo una van azul o una delica Mitsubishi la recuerdo.
      Ya le tenemos nombre a esta… Pero todavía no estamos listos para publicarlo al mundo (?) jaja
      Yo soy malísima con los autos en cuanto a mecánica y demás pero esto me ha hecho interesarme un poco más, me gustaría saber mejor qué ver, cómo y dónde en los autos y como mantenerlos después. Con Marce estoy en buenas manos. 🙂

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