Perderse en un viaje trae sus recompensas. Ésta tarde de perdidos nos regaló un paseo muy lindo con unos guías, como dice el título de esta nota, un tanto particulares, no solo porque eramos sus únicos turistas, sino porque ellos eran de otro universo, uno en el que los niños si hablan con extraños.
Unos guías un tanto particulares. Myanmar.
